Comienza Agosto y empieza una nueva etapa de la cuarentena o distanciamiento social en la Argentina en este contexto de pandemia mundial.
Los datos son irrefutables: la curva de contagios sigue ascendiendo y el nùmero de las muertes diarias por Covid tambièn asustan. La pandemia no cesa en su deriva por el mundo e incluso en los paìses donde se supone ya pasò lo peor, el rebrote de contagios encienden nuevas luces de alerta.
El distanciamiento social, el aislamiento preventivo, evitar las aglomeraciones y reuniones en espacios cerrados, la higiene y el uso de tapabocas son hasta ahora las ùnicas medidas posibles para enfrentar lo peor de la propagaciòn de contagios: la saturaciòn del sistema sanitario y el colapso con incremento de muertes.
En este contexto empieza agosto y en la tradiciòn ancestral comienza un nuevo año con la celebraciòn de la Pachamama.
Mucho se ha hablado sobre los efectos secundarios que està visibilizando esta pandemia con la recuperaciòn de los niveles de ozono, limpieza de los causes de agua y animales que retornan a deambular por espacios urbanos.
No obstante la Madre Tierra viene señalando la insostenible depredaciòn de los ecosistemas y la eliminaciòn de la biodiversidad. Se proyecta que para el 2030 la civilizaciòn necesitarà de cuatro planteas Tierra para satisfacer las demandas de energìa y alimento.
Tanto los ecologistas como ahora los sanitaristas apelan a la "responsabilidad individual" para torcer el rumbo de la situaciòn: ya sea por el medioambiente, ya sea por la conteciòn del coronavirus.
Y es que "la soluciòn", el "cambio" no deviene de la iluminaciòn de un grupo de polìticos, estadistas o cientìficos. Para poder encausar esta realidad que tanto nos amenaza y nosotros hemos propensado, es necesario de la concientizaciòn de que la "salida" es colectiva e individual.
Colectiva porque nadie debe ni puede arrogarse la soluciòn a esta "encrucijada" epocal sino es acompañada por "todos".
E individual porque parte necesariamente del cambio actitudinal de cada uno de los sujetos, individuos, que tomando conciencia de las conductas "dañinas" pueden aportar, y mucho, con el simple acto de modificar desde sus actos individuales.
La responsabilidad es de todos y tambièn de cada uno de nosotros.
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