A semanas del episodio de abuso policial con el asesinato de George Floyd en Minnesota, los policias de Atlanta dispararon a un joven afroamericano, Rayshard Brokk, tras otro intento de aprehensión con resistencia, huida y disparos.
La crónica periodística está en plena ebullición en este domingo 14 de junio, mientras las noticias resaltan la reacción de los ciudadanos que nuevamente salen a las calles a protestar frente a la violencia policíaca: algunos pacíficamente, otros incendiando el local de comidas rápida donde asesinaron a Rayshard.
"Pese a que la propia policía de Atlanta informó que todavía sigue recopilando imágenes de cámaras de seguridad y de testigos, se desataron protestas que terminaron en disturbios en varios puntos de esa ciudad" señala la noticia.
El racismo endémico aflora en los Estados Unidos en un contexto de pandemia y con millones de infectados y una política sanitaria que no prioriza el cuidado de sus ciudadanos más desprotegidos, como así también estigmatiza a las minorías raciales.
Hasta cuando persistirá la necedad del gobierno norteamericano en no reconocer esta problemática como uno de los ejes temáticos a considerar en las acciones del Estado?
Mientras sigue la distracción a la sociedad con el armado de misiones militares al medio oriente e incluso la amenaza de golpear "el patio trasero", América del Sur, con una posible intervención a Venezuela.
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