En horas del mediodía de este lunes el intendente de Mercedes participó de un hecho histórico donde los mandatarios regionales se unen al pedido del Papa Francisco por la triple T, Techo, Tierra y Trabajo para todos los argentinos de forma igualitaria.
Convocados por el intendente Durañona, referentes políticos dijeron sí al encuentro en el día del Santo Patrono de San Antonio de Areco. De esta forma los identificados con los postulados sociales del Papa Francisco, expresaron su voluntad de reafirmar dicho compromiso, preocupados por ”la grave situación que atraviesan el hombre y la familia argentina, frente a un escenario de creciente pobreza y pérdida de trabajo”.
Llegaron hasta la ciudad los intendentes Francisco Echarren, de Castelli; Gabriel Katopodis, de General San Martín; Gustavo Menéndez, de Merlo; Hernán Ralinqueo, de Veinticinco de Mayo; Juan Ignacio Ustarroz, de Mercedes (BA); Verónica Magario, de La Matanza; Osvaldo Caffaro, de Zárate y Ariel Sujorchuk, de Escobar.
Además, estuvieron presentes Juan Matteo (FAM), Eduardo Valdéz (Diputado del PARLASUR), Juliana Di Tullio(Diputada Nacional), Marina Moretti (Ex Senadora) y Lisandro Bormioli (Concejal de Pergamino).
Entre los párrafos del pacto firmado se destacan:
-Los intendentes y jefes comunales aquí firmantes, algunos de los cuales ya hemos asumido y suscripto el compromiso que se dio en llamar Pacto de San Antonio de Padua, asumiendo -en la misma línea de lo allí expresado- la responsabilidad indelegable de acompañar a nuestro pueblo en este momento difícil que se encuentra atravesando, nos vemos en la obligación de plantear a la dirigencia política, económica, social y cultural de la argentina, la urgente necesidad de concebir, planificar y concretar, en conjunto y a partir del diálogo sincero, un modelo político y económico que no olvide ni deje en el camino al hombre concreto de nuestra Patria.
Es preciso que nuestra acción concreta se vea precedida de una definición de estructurar un modelo productivo en torno a la búsqueda de realización de la persona y su familia, en lugar de orientar el mismo sobre la única premisa de maximizar la ganancia del empresario o la renta del sistema financiero.
Ese nuevo trabajador industrial, con arraigo en su pueblo, con “techo, tierra y trabajo” (las tres T que el Papa Francisco identificó como derechos sagrados) en su lugar de origen, va a producir con una responsabilidad muy distinta y un mayor compromiso.
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