Dicen que el órgano más sensible, hoy día, no es ni el corazón, ni el hígado, ni siquiera los ojos; el órgano más sensible de los ciudadanos y consumidores es el bolsillo, necesitado del vil metal.
De esto saben y conocen al dedillo quienes son los referentes de los trabajadores, los gremialistas y sindicalistas que palpan en vivo y el directo el humor de sus representados en las asambleas.
A quienes beneficia y afectan las medidas económicas impartidas en estos más de cien días de gobierno puede rápidamente chequearse observando las mejoras y el traspaso de fondos a nivel nacional.
Parte del Aire de estos tiempos comienzan a traslucir cierto sabor amargo que no se diluyen con el argumento del sinceramiento porque la diferencia operada en las tarifas es sideral.
Tanto descalabro en una economía que no tenía señales de un horizonte negro, al menos esa era la sensación, hacen sospechar de las intenciones de quienes hacen bandera de un futuro mejor para todos.
De esto saben y conocen al dedillo quienes son los referentes de los trabajadores, los gremialistas y sindicalistas que palpan en vivo y el directo el humor de sus representados en las asambleas.
A quienes beneficia y afectan las medidas económicas impartidas en estos más de cien días de gobierno puede rápidamente chequearse observando las mejoras y el traspaso de fondos a nivel nacional.
Parte del Aire de estos tiempos comienzan a traslucir cierto sabor amargo que no se diluyen con el argumento del sinceramiento porque la diferencia operada en las tarifas es sideral.
Tanto descalabro en una economía que no tenía señales de un horizonte negro, al menos esa era la sensación, hacen sospechar de las intenciones de quienes hacen bandera de un futuro mejor para todos.
Comentarios