Parece ahora que la protesta social va a tener un protocolo de actuación, al menos de parte del Ministerio de Seguridad nacional donde informaron de la existencia de un protocolo de acción.
Esto suena como un planteo formal, ordenador de la protesta social, donde las fuerzas de seguridad, en declaraciones de la misma ministra, darán cinco minutos de gracias y acomenterán contra los disidentes.
Un protocolo es como un plan de acción: con reglas de procedimientos que en el caso del ministerio a cargo de Patricia Bullrich, lejos están de las reglas de cortesía en todo acto protocolar de etiqueta.
Parte del Aire de estos principios de ordenamiento de la conducta social que se manifiesta de manera espontánea o no en la protesta, implican cierto avasallamiento al derecho de huelga.
Cómo se puede contener un derecho colectivo y que involucra a miles de manifestantes es un desafío que plantea interrogantes pero que la decisión política encausa calificando positiva o negativamente este derecho de todos.
Esto suena como un planteo formal, ordenador de la protesta social, donde las fuerzas de seguridad, en declaraciones de la misma ministra, darán cinco minutos de gracias y acomenterán contra los disidentes.
Un protocolo es como un plan de acción: con reglas de procedimientos que en el caso del ministerio a cargo de Patricia Bullrich, lejos están de las reglas de cortesía en todo acto protocolar de etiqueta.
Parte del Aire de estos principios de ordenamiento de la conducta social que se manifiesta de manera espontánea o no en la protesta, implican cierto avasallamiento al derecho de huelga.
Cómo se puede contener un derecho colectivo y que involucra a miles de manifestantes es un desafío que plantea interrogantes pero que la decisión política encausa calificando positiva o negativamente este derecho de todos.
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