Para muchos es una quimera, un norte que los mueve en esta vida, que los impulsa a gestos grandilocuentes o a mínimos movimientos para conseguir aquello que los haga sentirse felices.
Y la literatura está llena de fábulas e historias sobre esta búsqueda de la felicidad, como "la camisa del hombre feliz" donde un rey apenado, es aconsejado de hacerse con la camisa de un hombre felíz.
Muchos buscan en los fetiches la pócima de la felicidad y así vamos adquiriendo objetos, grandes medianos o pequeños, que llenen eso que para muchos es como una falta, algo que nos complete.
Parte del Aire de estos tiempos, donde el consumo nos pone en frente a un sinnúmero de objetos deseados, como una zanahoria para el burro, la mayoría no sabemos dónde ni cómo poder acceder a la felicidad.
Quizá, la cuestión radique desde un comienzo en la idea misma de felicidad que nos hacemos, quizá equivocadamente, penándola fuera de nosotros, como algo adquirible y no algo a descubrir en nosotros mismos.
Y la literatura está llena de fábulas e historias sobre esta búsqueda de la felicidad, como "la camisa del hombre feliz" donde un rey apenado, es aconsejado de hacerse con la camisa de un hombre felíz.
Muchos buscan en los fetiches la pócima de la felicidad y así vamos adquiriendo objetos, grandes medianos o pequeños, que llenen eso que para muchos es como una falta, algo que nos complete.
Parte del Aire de estos tiempos, donde el consumo nos pone en frente a un sinnúmero de objetos deseados, como una zanahoria para el burro, la mayoría no sabemos dónde ni cómo poder acceder a la felicidad.
Quizá, la cuestión radique desde un comienzo en la idea misma de felicidad que nos hacemos, quizá equivocadamente, penándola fuera de nosotros, como algo adquirible y no algo a descubrir en nosotros mismos.
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