Tiempo de reflexión, los próximos dos días, serán un paréntesis en el mar de propagandas políticas, recorridas de candidatos, debates y propuestas, repartidos a diestra y siniestra.
Un tiempo para imaginar, en un ejercicio de proyección, el país, la provincia y la ciudad que queremos, sopesando pros y contras, repasando las propuestas y revisando en la memoria.
Dos días para sentarse, comparar y dilucidar, observando lo que será provechoso no solo para nosotros solos, sino como conjunto colectivo de voluntades, con un destino en común por delante.
PArte del Aire de estos días nos enocntraremos en una quietud que antecede la fuerza del destino porque en las urnas seremos capaces de decidir por nuestro futuro, ya sabiéndonos ganadores al emitir el voto.
Porque si algo hay que rescatar de este año netamente electoral es la celebración de la posibilidad de elegir nuestro futuro, y para muchos, los jóvenes, casi de manera natural, sin el peso de la historia.
Un tiempo para imaginar, en un ejercicio de proyección, el país, la provincia y la ciudad que queremos, sopesando pros y contras, repasando las propuestas y revisando en la memoria.
Dos días para sentarse, comparar y dilucidar, observando lo que será provechoso no solo para nosotros solos, sino como conjunto colectivo de voluntades, con un destino en común por delante.
PArte del Aire de estos días nos enocntraremos en una quietud que antecede la fuerza del destino porque en las urnas seremos capaces de decidir por nuestro futuro, ya sabiéndonos ganadores al emitir el voto.
Porque si algo hay que rescatar de este año netamente electoral es la celebración de la posibilidad de elegir nuestro futuro, y para muchos, los jóvenes, casi de manera natural, sin el peso de la historia.
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