La historia comienza con un alejamiento paulatino del seno del partido de gobierno por diferencias, en principio, de cómo se deben hacer las cosas, para luego pasar a un diferencia causi ideológica.
La disputa terrirorial enfrentó en dos bandos a quienes originariamente compartían una misma bandera, aunque las pretenciones de renovación tardan en concretarse y ahora uno dejó el camino allanado.
La polarización de hace cuatro años atrás giró ciento ochenta grados y ahora la brecha divide aguas entre dos modelos de país, aunque muchos no ven que con su voto atentan sus propias cajas de recaudación.
Parte del Aire de estos tiempos se presentan como un sin número de cajas chinas, relatos dentro de relatos que no cierran hasta tanto no se defina un hecho fortuito, luego, lo demás, decanta por su peso.
A la espera del 25 es la sensación general que se respira es de suspenso, mientras los candidatos hacen lo posible y lo imposible por mover un ápice lo que las urnas dijeron en las PASO: el suspenso gana la calle.
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