Musa inspiradora de los poetas, hoy, por anoche, la luna e vistió de rojo para llamar la atención de millones que la siguieron, en su transformación nocturna, desde la pantalla de un televisor.
La paradoja de esta imágen, nítida, con el desciframiento en vivo y en directo desde el valle de la luna en Catamarca, nos habla de la desnaturalización que hemos padecido, dependiendo de la caja boba.
Parte del Aire de estos fenómenos que nos lo quieren contar en televisión se asocian al dramatismo crudo de las imágenes de catástrofes que la mayoría de los noticieron de TV intentan atrapar y transmitir.
Ayer la luna se vistió de rojo sangre pasión pero muy pocos se atrevieron a verla en directo, cara a cara, sin la mediatización de una cámara que nos la entregaba desnuda, en vivo y en directo, en nuestros hogares.
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