De nada sirven los laureles si cuando las situaciones apremiantes esos mismos detentores del reconocimiento social no validan con el ejemplo eso que los señala como triunfadores o vencedores de la vida.
José de San Martín sirvió a su Patria, a sus otros conciudadanos y se alejó, triste, cuando llegó y vió esa misma Patria enfrentada consigomisma en una lucha fraticida por el poder.
Mientras las aguas bajan lentamente, lo que queda es la desolación misma de un paisaje arrasado por las aguas que dejan su marca y sobre lo que habrá que trabajar arduamente para recuperar.
Parte del Aire de estos días de enfrentarse con la realidad de lo que las aguas han dejado es el momento de acompañar en el dolor a aquellos que lo han perdido prácticamente todo.
Porque si la Patria es el Otro, nosotros que para aquellos otros somos otros, conformamos también esa Patria, porque los otros nos dicen que somos Patria y todos juntos podemos salir adelante.
José de San Martín sirvió a su Patria, a sus otros conciudadanos y se alejó, triste, cuando llegó y vió esa misma Patria enfrentada consigomisma en una lucha fraticida por el poder.
Mientras las aguas bajan lentamente, lo que queda es la desolación misma de un paisaje arrasado por las aguas que dejan su marca y sobre lo que habrá que trabajar arduamente para recuperar.
Parte del Aire de estos días de enfrentarse con la realidad de lo que las aguas han dejado es el momento de acompañar en el dolor a aquellos que lo han perdido prácticamente todo.
Porque si la Patria es el Otro, nosotros que para aquellos otros somos otros, conformamos también esa Patria, porque los otros nos dicen que somos Patria y todos juntos podemos salir adelante.
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