El periodismo es una profesión de riesgo y eso lo saben bien quienes cada día realizan sus reportes desde los lugares en conflicto o cuando se cubre un hecho policial o se toca los intereses de los poderosos.
Ayer, el periodista Victor Hugo Morales vivió un momento de tensión cuando abogados de un grupo comunicacional poderoso estuvieron en su casa, aparentemente avalados por la justicia.
El procedimiento apuntaba a realizar un embargo sobre los bienes del relator, por una causa del año 2000 en el cual la empresa de cable lo intimaba al pago por haber transmitido un partido de fútbol.
Parte del Aire de esta acción avasallante sobre los bienes personales de un ciudadano que ejerce el periodismo es una señal de alerta que apunta a amedrentar el libre ejercicio de la profesión.
Hoy, todos somos Victor Hugo Morales, hoy la prensa repudia el accionar deliberado de los grupos económicos poderosos que avasallan los derechos de todos en beneficio de los propios.
Ayer, el periodista Victor Hugo Morales vivió un momento de tensión cuando abogados de un grupo comunicacional poderoso estuvieron en su casa, aparentemente avalados por la justicia.
El procedimiento apuntaba a realizar un embargo sobre los bienes del relator, por una causa del año 2000 en el cual la empresa de cable lo intimaba al pago por haber transmitido un partido de fútbol.
Parte del Aire de esta acción avasallante sobre los bienes personales de un ciudadano que ejerce el periodismo es una señal de alerta que apunta a amedrentar el libre ejercicio de la profesión.
Hoy, todos somos Victor Hugo Morales, hoy la prensa repudia el accionar deliberado de los grupos económicos poderosos que avasallan los derechos de todos en beneficio de los propios.
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