La
posibilidad de un paro de los metalúrgicos casi arribando a la mitad del año
plantea cuestionamientos sobre el interés de las partes de concretar un acuerdo
paritario.
La medida
parece más una pulseada de fuerzas entre los trabajadores del sector y los
empresarios que en definiciones de la
UIA no ven con buenos ojos las paritarias.
En un año
electoral las pujas se acrecientan y las acciones rápidamente se asocian a
lineamientos políticos a favor o en contra.
Parte del
Aire de estos tiempos serán testimonio de una creciente diferenciación entre
bandos dejando poco margen a los que sin estar de uno u otro lado tienen sus
opiniones.
Los días
corren y cada vez más se verá un fuerte posicionamiento, incluso de aquellos
que no parecían tener interés en el juego de la política y sus mediaciones.
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