Partió desde San Miguel de Tucuman con un objetivo concreto: llegar a pie hasta la Basílica de Lujan, recorriendo más de mil kilómetros en un viaje acompañada por los lugareños de cada pueblo que pasara.
Emma Moronsini es una italiana de 91 años que hace esta travesía pidiendo por los jóvenes, siendo una anciana que ha recorrido ya varios caminos, lleva consigo una promesa para la Virgen.
La voluntad de Emma es un ejemplo de tesón, de dedicación, para muchos, para jóvenes y mayores, y un mensaje de esperanza para aquellos que se pierden entre los pasos perdidos de sus problemas.
Parte del Aire de este ejemplo de vida es concretamente plantearnos un desafío: dejar de quejarnos por lo que nos falta, por lo que no somos y empreder el camino de avanzar, paso a paso, hacia aquello que deseamos.
Emma se convierte en cada paso en un ejemplo y testimonio para todos los que la vemos avanzar, porque como decía el poeta "caminante no hay camino, se hace camino al andar".
Emma Moronsini es una italiana de 91 años que hace esta travesía pidiendo por los jóvenes, siendo una anciana que ha recorrido ya varios caminos, lleva consigo una promesa para la Virgen.
La voluntad de Emma es un ejemplo de tesón, de dedicación, para muchos, para jóvenes y mayores, y un mensaje de esperanza para aquellos que se pierden entre los pasos perdidos de sus problemas.
Parte del Aire de este ejemplo de vida es concretamente plantearnos un desafío: dejar de quejarnos por lo que nos falta, por lo que no somos y empreder el camino de avanzar, paso a paso, hacia aquello que deseamos.
Emma se convierte en cada paso en un ejemplo y testimonio para todos los que la vemos avanzar, porque como decía el poeta "caminante no hay camino, se hace camino al andar".
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