Dentro de los cuatro elementos fundamentales: fuego, aire, tierra y agua, esta última tiene una incidencia nefasta en la vida de muchos cual plaga de Egipto que arrastra con todo a su paso.
La problemática del inundado, que antaño se circunscribía solamente a los orilleros de las riberas, hoy se expande hacia zonas impensables, afectando a miles y miles de ciudadanos.
Los inundados pasó a ser una categoría más cotidiana en las noticias y las soluciones se hacen esperar, agravando día a día la situación.
Parte del Aire de estas problemáticas socio ambientales guardan aristas que rozan lo económico tras los intereses urbanísticos privados de los barrios cerrados, por sobre los cauces naturales del agua.
Que la solución no está a la vuelta de la esquina, tras años de desidia, es obvio, pero es prioritario tomar cartas en el asunto y llevar soluciones viales y ya a los inundados de promesas.
La problemática del inundado, que antaño se circunscribía solamente a los orilleros de las riberas, hoy se expande hacia zonas impensables, afectando a miles y miles de ciudadanos.
Los inundados pasó a ser una categoría más cotidiana en las noticias y las soluciones se hacen esperar, agravando día a día la situación.
Parte del Aire de estas problemáticas socio ambientales guardan aristas que rozan lo económico tras los intereses urbanísticos privados de los barrios cerrados, por sobre los cauces naturales del agua.
Que la solución no está a la vuelta de la esquina, tras años de desidia, es obvio, pero es prioritario tomar cartas en el asunto y llevar soluciones viales y ya a los inundados de promesas.
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