Llegar a la final del mundo ya es de por si un merito, pero haber presentado pelea en un partido lleno de emociones, con el alma a flor de piel y con todo el cuerpo, es un orgullo para todos los argentinos.
El futbol es un juego que como tal tiene reglas y un desarrollo, que puede favorecer a uno u otro, pero su espiritu colectivo, su indeterminacion en el resultado final, lo hacen atrapante y vibrante.
Haber llegado a esta instancia final y tras ciento veinte minutos, en un partido duro, parejo y apretado, frente a un rival historico con estrategias cuasi perfectas, mas que un merito es una hazaña.
Parte del Aire de lo que vivimos ayer los argentinos fue un momento de felicidad, con la esperanza intacta hasta el ultimo momento, y la garra para pelearla hasta el final.
El seleccionado argentino fue y es uno de los mejores del mundo y ayer lo demostraron con creces en la cancha, por eso son un orgullo nacional: gracias por todas estas alegrias y el sueño de que es posible.
El futbol es un juego que como tal tiene reglas y un desarrollo, que puede favorecer a uno u otro, pero su espiritu colectivo, su indeterminacion en el resultado final, lo hacen atrapante y vibrante.
Haber llegado a esta instancia final y tras ciento veinte minutos, en un partido duro, parejo y apretado, frente a un rival historico con estrategias cuasi perfectas, mas que un merito es una hazaña.
Parte del Aire de lo que vivimos ayer los argentinos fue un momento de felicidad, con la esperanza intacta hasta el ultimo momento, y la garra para pelearla hasta el final.
El seleccionado argentino fue y es uno de los mejores del mundo y ayer lo demostraron con creces en la cancha, por eso son un orgullo nacional: gracias por todas estas alegrias y el sueño de que es posible.
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