Desde el Comité de Cuenca del Río Lujan y particularmente desde infraestructura de la Provincia de Buenos Aires, vienen sosteniendo la realización de obras sobre el cauce del río, entre ellas el dragado del mismo.
Eduardo Malagnino, doctor en geología del Conicet, dialogó en la mañana de FM Santa María, en "Parte del Aire" sobre la posición de no dragado del río.
"Primero habría que preguntarse por qué hay que dragarlo" dice Malagnino comenzando la entrevista en la 88.1 y agregó que "si no se hubiera modificado los patrones morfológicos, no se tendría que dragarlo"
"Se considera que el río es solamente el lugar donde circula el agua, pero el río sale de su cauce y se vuelca en una faja, una zona de inundación" explica el geólogo del Conicet y destaca que "en lugar de remover, se busca la manera de contener al río".
Lo central de esta posición de no dragado del río se sostiene en que "cualquier modificación produce un efecto negativo" y no centra toda la culpa en los emprendimientos inmobiliarios, sino también en cualquier tipo de urbanización por que "esa faja que rodea al río tiene una topografía casi imperceptible" explica Malagnino sobre la importancia no solo del cauce sino del valle que rodea el río.
El geólogo, consultado sobre la situación de Holanda, que maneja el cauce de ríos y también de la línea costera, explica que el caso Holanda es "superficie ganada al mar en un proceso que se conoce como Poldrización, por falta de espacio" dice.
"No tenemos un problema de espacio y en tal sentido podríamos tener una zona de restricción de uso de espacios" indica Malagnino y explica que "se puede contener al río Lujan con obras que modifiquen pero van a tener un costo permanente altísimo".
"La solución es correrse" dice Malagnino y comenta que hace falta "un estudio previo" con "zonas de restricción" y comenta que hay una palabra que pocos quieren escuchar en estos casos: "relocalización" que "no es una solución muy políticamente correcta y se gana el rechazo de las mayorías" pero, explica, el problema es que "nos metimos en un lugar que tiene esa problemática".
Eduardo Malagnino, doctor en geología del Conicet, dialogó en la mañana de FM Santa María, en "Parte del Aire" sobre la posición de no dragado del río.
"Primero habría que preguntarse por qué hay que dragarlo" dice Malagnino comenzando la entrevista en la 88.1 y agregó que "si no se hubiera modificado los patrones morfológicos, no se tendría que dragarlo"
"Se considera que el río es solamente el lugar donde circula el agua, pero el río sale de su cauce y se vuelca en una faja, una zona de inundación" explica el geólogo del Conicet y destaca que "en lugar de remover, se busca la manera de contener al río".
Lo central de esta posición de no dragado del río se sostiene en que "cualquier modificación produce un efecto negativo" y no centra toda la culpa en los emprendimientos inmobiliarios, sino también en cualquier tipo de urbanización por que "esa faja que rodea al río tiene una topografía casi imperceptible" explica Malagnino sobre la importancia no solo del cauce sino del valle que rodea el río.
El geólogo, consultado sobre la situación de Holanda, que maneja el cauce de ríos y también de la línea costera, explica que el caso Holanda es "superficie ganada al mar en un proceso que se conoce como Poldrización, por falta de espacio" dice.
"No tenemos un problema de espacio y en tal sentido podríamos tener una zona de restricción de uso de espacios" indica Malagnino y explica que "se puede contener al río Lujan con obras que modifiquen pero van a tener un costo permanente altísimo".
"La solución es correrse" dice Malagnino y comenta que hace falta "un estudio previo" con "zonas de restricción" y comenta que hay una palabra que pocos quieren escuchar en estos casos: "relocalización" que "no es una solución muy políticamente correcta y se gana el rechazo de las mayorías" pero, explica, el problema es que "nos metimos en un lugar que tiene esa problemática".
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