Muchas veces el agotamiento, las adversidades, los contratiempos, nos desmotivan para seguir adelante con nuestras tareas, nuestros objetivos, nuestra vida cotidiana.
Sin embargo muchas veces hay razones que nos ayudan a continuar, a movilizarnos, a seguir tras un ideal ya representado en una tarea colectiva, social, política, económica o religiosa.
Estos últimos días se vienen experimentando una serie de movilizaciones de voluntades que superan a veces los límites de la ciudad, recorriendo ciudades como la Cruz de Francisco, celebrando el triunfo de un club como River.
Parte del Aire de estos días la motivación de expresarse, de acompañar y movilizarse se vio acrecentada: por la fe, por los afectos, por los ideales, por la solidaridad, por la pasión misma.
Bienvenido este tiempo de agitaciones voluntariosas motivadas por iniciativas positivas, constructivas, reparadoras donde todos podemos ser parte y hasta brindarnos en un proyecto superador.
Sin embargo muchas veces hay razones que nos ayudan a continuar, a movilizarnos, a seguir tras un ideal ya representado en una tarea colectiva, social, política, económica o religiosa.
Estos últimos días se vienen experimentando una serie de movilizaciones de voluntades que superan a veces los límites de la ciudad, recorriendo ciudades como la Cruz de Francisco, celebrando el triunfo de un club como River.
Parte del Aire de estos días la motivación de expresarse, de acompañar y movilizarse se vio acrecentada: por la fe, por los afectos, por los ideales, por la solidaridad, por la pasión misma.
Bienvenido este tiempo de agitaciones voluntariosas motivadas por iniciativas positivas, constructivas, reparadoras donde todos podemos ser parte y hasta brindarnos en un proyecto superador.
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