Ante las denuncias de contaminación hacia la empresa Magromer, representantes del Sindicato de Obreros Curtidores de Capital Federal y Gran Buenos Aires, manifestaron el acompañamiento a los trabajadores de la empresa.
En los estudios de FM Santa María estuvieron presentes representantes del Sindicato de Obreros Curtidores junto al delegado local en la empresa Magromer, que viene siendo foco de algunas denuncias por presunta contaminación.
"Nosotros acompañamos a los trabajadores" dijo el secretario adjunto del Sindicato de Obreros Curtidores, Gabriel Navarrette, quien estuvo dialogando en el programa "Parte del Aire", en los estudios de la radio.
Unas 600 familias dependen directamente de la continuación de la empresa Magromer y este es el motivo principal por el cual desde el Sindicato se han hecho presentes en la ciudad, apoyando también a la empresa que, según indican, "posee una tremenda planta de tratamiento" de las aguas que utilizan para el proceso de curtiembre: "tiene una capacidad para 3 millones de litros de agua y utiliza un millón" apunta el delegado Luis.
Desde el sindicato de obreros curtidores, que el lunes 19 de mayo publicaron una solicitada en un medio gráfico local, sostienen que las denuncias de contaminación son "una movida política" y se asombran de estas denuncias ya que los propios trabajadores de la curtiembre no tienen problemas de salud y además, según expresaron los mismos representantes del sindicato, se efectúan análisis periódicos sobre su estado de salud.
En estos días, la empresa estaría recibiendo la auditoría de una empresa que controla todo el proceso de manufacturación de los cueros que en su totalidad son exportados, manteniendo estrictos niveles de control también sobre las condiciones laborales.
En los estudios de FM Santa María estuvieron presentes representantes del Sindicato de Obreros Curtidores junto al delegado local en la empresa Magromer, que viene siendo foco de algunas denuncias por presunta contaminación.
"Nosotros acompañamos a los trabajadores" dijo el secretario adjunto del Sindicato de Obreros Curtidores, Gabriel Navarrette, quien estuvo dialogando en el programa "Parte del Aire", en los estudios de la radio.
Unas 600 familias dependen directamente de la continuación de la empresa Magromer y este es el motivo principal por el cual desde el Sindicato se han hecho presentes en la ciudad, apoyando también a la empresa que, según indican, "posee una tremenda planta de tratamiento" de las aguas que utilizan para el proceso de curtiembre: "tiene una capacidad para 3 millones de litros de agua y utiliza un millón" apunta el delegado Luis.
Desde el sindicato de obreros curtidores, que el lunes 19 de mayo publicaron una solicitada en un medio gráfico local, sostienen que las denuncias de contaminación son "una movida política" y se asombran de estas denuncias ya que los propios trabajadores de la curtiembre no tienen problemas de salud y además, según expresaron los mismos representantes del sindicato, se efectúan análisis periódicos sobre su estado de salud.
En estos días, la empresa estaría recibiendo la auditoría de una empresa que controla todo el proceso de manufacturación de los cueros que en su totalidad son exportados, manteniendo estrictos niveles de control también sobre las condiciones laborales.
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