La idiosincracia argentina está llena de metáforas que sostienen la improvisación como uno de los valuartes del ser nacional y en tal sentido la frase lo atamos con alambre es un ejemplo.
La improvisación hace frente a la contingencia inesperada, a lo irresuelto y es la salida práctica frente a la adversidad, viendo esta cualidad desde el optimismo.
Pero también la a improvisación puede ser falta de previsión, la salida rápida, la respuesta con poco fundamento a un problema complejo y que requiere tiempo, experiencia y conocimiento.
Parte del Aire de estos tiempos están signados por cierta improvisación en las soluciones o respuesta ante la necesidad y los problemas que se acumulan, con parches con fecha de vencimiento.
Ejemplos sobran, en todos los ámbitos, desde la política con alianzas inverosímiles hasta la respuesta a problemas como la inseguridad donde se ensayan alternativas sin continuación en el tiempo.
La improvisación hace frente a la contingencia inesperada, a lo irresuelto y es la salida práctica frente a la adversidad, viendo esta cualidad desde el optimismo.
Pero también la a improvisación puede ser falta de previsión, la salida rápida, la respuesta con poco fundamento a un problema complejo y que requiere tiempo, experiencia y conocimiento.
Parte del Aire de estos tiempos están signados por cierta improvisación en las soluciones o respuesta ante la necesidad y los problemas que se acumulan, con parches con fecha de vencimiento.
Ejemplos sobran, en todos los ámbitos, desde la política con alianzas inverosímiles hasta la respuesta a problemas como la inseguridad donde se ensayan alternativas sin continuación en el tiempo.
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