El debate por la reforma del Código Penal, que instaló Cristina Fernández de Kirchner en agenda a comienzos de mes y Sergio Massa tomó como eje de distanciamiento con marcado oportunismo político, genera nuevas idas y vueltas por estas horas. El Intendente de Suipacha -hombre encolumnado en el oficialismo-, Antonio Delfino, cuestionó la actitud del diputado nacional y otros sectores de la oposición.
“Avanza en este tema sólo por rédito o reconocimiento de la gente”, toreó en diálogo con BA Noticias.
Acusó, en general, a algunos sectores de la oposición por su “rechazo a la reforma del Código Penal cuando todavía se trabaja sobre un boceto” como es el anteproyecto elaborado por la Comisión Especial conformada a comienzos del año 2012 y en la que intervinieron juristas de diversas extracciones, incluido el juez de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Zaffaroni, el diputado radical Ricardo Gil Lavedra o su par Federico Pinedo, del PRO.
Los dichos del Jefe comunal, ciertamente, encajan con la actitud que asumió el líder del Frente Renovador y casi todos sus hombres de confianza en las tres últimas semanas.
Reaccionaron con énfasis en algunos puntos que -intuían- eran sensibles para algunas capas de la población.
Y lo hicieron en el momento justo, es decir, cuando los sondeos de opinión marcan que la seguidilla de episodios recientes dañó no sólo la imagen del Gobierno nacional sino a toda la clase política, Massa incluido, que también bajó en las mediciones. Así, los levantamientos policiales de diciembre, los saqueos masivos en varias provincias, la crisis energética, la devaluación y la espiral inflacionaria perjudicaron a todos y el tigrense necesitaba un poco de aire en un terreno que maneja a la perfección, el mediático.
Su pronto rechazo al anteproyecto, en ese sentido, era un intento por mantenerse en el centro de atención mientras percibía que su triunfo electoral del 2013 comenzaba a licuarse por la dinámica de la propia realidad argentina.
Su postura indudablemente conmovió a otros partidos de la oposición como, por caso, la Unión Cívica Radical y el PRO de Mauricio Macri. Cuando vieron que la mayoría de la sociedad compartía la negativa a rediscutir el viejo Código Penal, rápidamente morigeraron su discurso: dos hombres del radicalismo como Julio Cobos y Ernesto Sanz, potenciales candidatos presidenciales, salieron a despegarse de Gil Lavedra, del mismo modo que el Jefe de Gobierno porteño minimizó la labor de Pinedo.
Hasta en el propio Frente para la Victoria faltó una defensa encendida de la iniciativa redactada durante más de dos años. Hubo dardos para Massa -tal el caso de “Tony” Delfino- pero no demasiado consenso en torno a la reforma del Código Penal propuesta por la comisión, que divide aguas en una discusión que atraviesa a todos por igual. (Fuente: buenosaires2punto0)
“Avanza en este tema sólo por rédito o reconocimiento de la gente”, toreó en diálogo con BA Noticias.
Acusó, en general, a algunos sectores de la oposición por su “rechazo a la reforma del Código Penal cuando todavía se trabaja sobre un boceto” como es el anteproyecto elaborado por la Comisión Especial conformada a comienzos del año 2012 y en la que intervinieron juristas de diversas extracciones, incluido el juez de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Zaffaroni, el diputado radical Ricardo Gil Lavedra o su par Federico Pinedo, del PRO.
Los dichos del Jefe comunal, ciertamente, encajan con la actitud que asumió el líder del Frente Renovador y casi todos sus hombres de confianza en las tres últimas semanas.
Reaccionaron con énfasis en algunos puntos que -intuían- eran sensibles para algunas capas de la población.
Y lo hicieron en el momento justo, es decir, cuando los sondeos de opinión marcan que la seguidilla de episodios recientes dañó no sólo la imagen del Gobierno nacional sino a toda la clase política, Massa incluido, que también bajó en las mediciones. Así, los levantamientos policiales de diciembre, los saqueos masivos en varias provincias, la crisis energética, la devaluación y la espiral inflacionaria perjudicaron a todos y el tigrense necesitaba un poco de aire en un terreno que maneja a la perfección, el mediático.
Su pronto rechazo al anteproyecto, en ese sentido, era un intento por mantenerse en el centro de atención mientras percibía que su triunfo electoral del 2013 comenzaba a licuarse por la dinámica de la propia realidad argentina.
Su postura indudablemente conmovió a otros partidos de la oposición como, por caso, la Unión Cívica Radical y el PRO de Mauricio Macri. Cuando vieron que la mayoría de la sociedad compartía la negativa a rediscutir el viejo Código Penal, rápidamente morigeraron su discurso: dos hombres del radicalismo como Julio Cobos y Ernesto Sanz, potenciales candidatos presidenciales, salieron a despegarse de Gil Lavedra, del mismo modo que el Jefe de Gobierno porteño minimizó la labor de Pinedo.
Hasta en el propio Frente para la Victoria faltó una defensa encendida de la iniciativa redactada durante más de dos años. Hubo dardos para Massa -tal el caso de “Tony” Delfino- pero no demasiado consenso en torno a la reforma del Código Penal propuesta por la comisión, que divide aguas en una discusión que atraviesa a todos por igual. (Fuente: buenosaires2punto0)
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