Qué semanita !!! Qué semanita para los veraneantes en esta segunda quincena de enero 2014!!! El calor no fue uno de los problemas pero los canales de noticias continuaron con la sensación térmica y el calor de las playas en tanto la cuestión se desató la semana pasada, más precisamente, entre el jueves y viernes, donde la disparada del dolar oficial, el que se negocia en el mercado legal, tuvo en vilo al país durante el último fin de semana.
La cuestión se desató cuando en el mercado legal de transacciones, la empresa petrolera angloholandesa Shell anunció su intención de compra de dolares a un precio mayor al del mercado: 8,40 fue la oferta y el dolar se disparó en cuestión de minutos.
A todo esto el dolar blue -el dolar comercializado en el mercado negro, ilegal- venía superando, día tras día, la cotización rompeiendo la barrera de los 10 pesos y llegando rápidamente a los casi 13 pesos por unidad.
Los canales de noticias, varios, mostraban en esos días cómo se desataba la carrera por el dolar reflejando, minuto a minuto, la cotización. En tanto, cuando la cuestión se desató y el Banco Central intervino atando el dolar oficial a un valor de mercado de $ 8, las miradas se posaron rápidamente en el equipo económico y los anuncios que darían días después sobre nuevas condiciones para la adquisición de la divisa.
Curioso fue ver en las pantallas televisivas cómo la moneda estadounidense pasaba a ser un objeto de deseo, codiciado y hasta se podía ver cierta morbosidad en esas imagenes que se repitieron ad infinitum donde se contaban billetes de cien, uno tras otro, cual golosina que un pequeño presumido refriega ante las narices de aquellos que no pueden comprarse una.
El sábado y el domingo, el ministro de economía y el jefe de gabinete salieron a apasiguar los ánimos: es que la táctica del viernes, olió a golpe de mercado, algo que desde Alfonsín y De La Rúa los argentinos hemos vivido y nos remite a hiperinflación, a remarcas de precios en las góndolas.
Otra curiosidad de esto que pasó es que la táctica se desató un día después de un nuevo anuncio de la presidenta, sobre un nuevo programa: el Progresar, para incentivar a jóvenes con dificultades para concretar sus estudios, entre 18 y 24 años. Una medida que se suma a una serie de políticas de estado que han beneficiado a varios sectores de la sociedad. Basta repasar algunas de ellas: la política de reparación histórica para con las víctimas de la última dictadura militar y los juicios por la verdad y la memoria; la Asignación Universal por Hijo y la apertura de las negociaciones paritarias; la estatización del sistema de las AFJP y la inclusión de más de dos millones de jubilados al sistema; la nacionalización de la empresa YPF y la puesta en valor de los activos de las empresas nacionales con participación de la Anses; la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y el aumento del porcentaje del PBI para educación, el Plan Pro.Cre.Ar y ahora el plan Progresar.
Los últimos hechos de la realidad dan la "sensación" de que hay dos paises -cual publicidad proselitista de las elecciones del 2011 entre una país Argen y otro, Tina - y que esto se refleja en los intereses que se ponen en juego. Basta ver quienes se posicionan de un lado y del otro.
La cuestión se desató cuando en el mercado legal de transacciones, la empresa petrolera angloholandesa Shell anunció su intención de compra de dolares a un precio mayor al del mercado: 8,40 fue la oferta y el dolar se disparó en cuestión de minutos.
A todo esto el dolar blue -el dolar comercializado en el mercado negro, ilegal- venía superando, día tras día, la cotización rompeiendo la barrera de los 10 pesos y llegando rápidamente a los casi 13 pesos por unidad.
Los canales de noticias, varios, mostraban en esos días cómo se desataba la carrera por el dolar reflejando, minuto a minuto, la cotización. En tanto, cuando la cuestión se desató y el Banco Central intervino atando el dolar oficial a un valor de mercado de $ 8, las miradas se posaron rápidamente en el equipo económico y los anuncios que darían días después sobre nuevas condiciones para la adquisición de la divisa.
Curioso fue ver en las pantallas televisivas cómo la moneda estadounidense pasaba a ser un objeto de deseo, codiciado y hasta se podía ver cierta morbosidad en esas imagenes que se repitieron ad infinitum donde se contaban billetes de cien, uno tras otro, cual golosina que un pequeño presumido refriega ante las narices de aquellos que no pueden comprarse una.
El sábado y el domingo, el ministro de economía y el jefe de gabinete salieron a apasiguar los ánimos: es que la táctica del viernes, olió a golpe de mercado, algo que desde Alfonsín y De La Rúa los argentinos hemos vivido y nos remite a hiperinflación, a remarcas de precios en las góndolas.
Otra curiosidad de esto que pasó es que la táctica se desató un día después de un nuevo anuncio de la presidenta, sobre un nuevo programa: el Progresar, para incentivar a jóvenes con dificultades para concretar sus estudios, entre 18 y 24 años. Una medida que se suma a una serie de políticas de estado que han beneficiado a varios sectores de la sociedad. Basta repasar algunas de ellas: la política de reparación histórica para con las víctimas de la última dictadura militar y los juicios por la verdad y la memoria; la Asignación Universal por Hijo y la apertura de las negociaciones paritarias; la estatización del sistema de las AFJP y la inclusión de más de dos millones de jubilados al sistema; la nacionalización de la empresa YPF y la puesta en valor de los activos de las empresas nacionales con participación de la Anses; la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y el aumento del porcentaje del PBI para educación, el Plan Pro.Cre.Ar y ahora el plan Progresar.
Los últimos hechos de la realidad dan la "sensación" de que hay dos paises -cual publicidad proselitista de las elecciones del 2011 entre una país Argen y otro, Tina - y que esto se refleja en los intereses que se ponen en juego. Basta ver quienes se posicionan de un lado y del otro.
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