Un rayo es como una chispa, una descarga entre
el cielo y la tierra que ilumina el cielo por unos segundos y es tan
impredecible como inestático que desde la antigüedad se lo veneraba.
Zeus, el dios de trueno y el rayo para los
griegos, representaba la furia de este fenómeno atmosférico que ayer, hizo su
descarga en un balneario bonaerense llevándose tres jóvenes.
Lo impredecible de la tragedia golpea con
singularidad y cada uno de los que allí estuvieron seguramente se quedaron con
la impresión de que podrían haber sido ellos.
Parte del Aire de estos fenómenos climatológicos
son como llamadas o alertas para algunos: la ola de calor y el frío polar nos
anuncian algo, sin caer en lo apocalíptico.
Energía condensada que busca una salida, el
rayo tiene el poder de iluminar el cielo, mientras en la tierra, los mortales
padecemos la falta de luz tras una tormenta pasajera.
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