Hay actos en la vida, los cuales no admiten
otro adjetivo que aberrante, y el caso de la niña asesinada en estos días no
admite otro calificativo que este: aberrante.
El infanticidio, la muerte de niños o niñas
muchas veces por los mismos padres, adquiere la categoría de acto criminal e
inmoral en los últimos tiempos y no en todas las sociedades.
Esto que parece incomprensible, a través de la
historia, tiene miles de ejemplos, que obviamente no justifican el acto,
simplemente nos indica que no es algo novedoso.
Parte del Aire de estos tiempos “violentos” no
reconocen en las víctimas su constitución de sujetos de derecho y el
victimario, muchas veces, se arroga el derecho elemental de la vida.
Últimamente casos de infanticidio han
trascendido lo judicial, causando estupor en la sociedad: Candela, María
Angeles, Priscila … definitivamente, con los chicos, no!
Comentarios