Y llegamos a este, el último día del año y
parados desde aquí, cada uno puede hacer una retrospectiva de lo que se lleva
este 2013, la cuenta, el resultado queda anotado en el saldo.
El almanaque no acostumbra a una sucesión de números,
días, que se van “consumiendo” y así vamos avanzando casilleros en esta especie
de carrera contra el tiempo.
Una carrera que no tiene ganadores porque nunca
se llega a un final con banderas a cuadros: la victoria quizás sea recorrer la
vida desplegando lo mejor de nosotros mismos.
Parte del Aire de este último día del año tiene
el gusto de una línea final en la cuenta parcial y de un balance provisorio,
por que los días, los meses y los años prosiguen.
Que este último día del año, sea el último
pero no el menos: para vivirlo a pleno,
junto a los afectos y con la sensación de que se abren las puertas de un tiempo
promisorio: felíz año nuevo.
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