Los hechos días pasados, mejor dicho, los
rumores de saqueos que se habrían producido en la ciudad, en distintos puntos,
aleccionan sobre los mecanismos del rumor.
Para que un rumor circule debe haber ciertas
condiciones sociales que permitan su propagación y en este sentido la falta de
información y el conflicto fueron fundamentales.
En ese clima de desinformación el teléfono
descompuesto funciona apoyado en la verosimilitud de los datos: los dichos
pueden ser ciertos aunque no confirmado.
Parte del Aire de esta psicosis que se vivió en
estos días pasado se produjo por contagio, donde los relatos, no se condecían
con la realidad, pero tenían visos de certeza.
Gabriel García Marquez ejemplificó
magistralmente este mecanismo en su cuento “algo muy grave va a suceder en este
pueblo”, por suerte en Mercedes ese rumor no prosperó.
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