Ayer murió a los 95 años de edad, Nelson
Mandela, el guerrero de la paz.
El oxímoron no es para marcar una contradicción
en sí mismo, porque Mandela, aspiró a la paz más cercano a Mahatma Gandhi que
al Che Guevara, aunque también fue un luchador por la libertad.
El mundo se queda sin su presencia física para
recordarnos el Apartheid, sin embargo su figura se acrecienta con su ejemplo
por la no violencia y seguirá guiando los pasos hacia la igualdad.
Parte del Aire de las luchas por la diversidad,
por la no discriminación por razas, credos o cultura encuentran en Mandela uno
de los íconos que iluminan el horizonte.
Amnistía Internacional, Médicos Sin Frontera, la
Cruz Roja Internacional son entidades que
mantienen encendida la llama que Nelson Mandela, como otros, supo arrebatarle a
la intolerancia y al racismo.
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