La elección legislativa ya pasó y arrojó los
resultados por todos conocidos luego de una campaña política signada por un
fuerte incremento de acusaciones cruzadas.
El día después es un día para bajar los ánimos,
calmar las pasiones y atenuar el espíritu de victoria y enaltecer la moral de
los vencidos.
La suerte ya está echada y el pueblo dio su
veredicto en las urnas, resta respetar esa voluntad popular y respetar también
las investiduras e instituciones para continuar en armonía.
Parte del Aire del juego electoral y de estos
30 años de democracia se nutre de la libertad de poder elegir, de poder decidir
qué futuro queremos y de ahí el ejercicio soberano de todos.
Luego de estas elecciones, el día después debe
encontrarnos sumidos en el trabajo por un proyecto en común de sociedad, con
diferencias, pero sabiéndonos todos, parte del mismo barco que es la Argentina.
Comentarios