Pocos días nos separan entre este presente
plagado de campañas proselitistas y político partidarias y el acto cívico de la
elección de nuestros representantes en el legislativo.
Estas elecciones de medio término han tomado un
tinte que trasciende el mero hecho electoral para posicionar una discusión a
futuro sobre qué modelo de país se pretende sostener.
Luego del 27 de octubre, lo más probable es que
la vida continúe, que las necesidades y obligaciones sean las mismas y que lo único
que cambie sea la perspectiva con que se mire hacia el 2015.
Parte del Aire del folklore proselitista en
tiempos electorales son las chicanas políticas, los papelitos anónimos o las bolanteadas
cargadas de señalamientos con un discurso crudo de barricada.
Este jueves es el último día para hacer campaña
y de cara a la veda electoral, lo mejor para el votante es poner la mente en
blanco y meditar qué futuro quiere y quién representa mejor sus intereses y el
de todos.
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