“No hay que tirarle flores a los chanchos” es
una frase usualmente utilizada para aconsejar cesar en el esfuerzo, en la
intensión de algo que es considerado de mucho más valor.
En el mes de las flores y donde en estos últimos
tiempos lo que no abundan son los elogios, encontrar que la concordancia impera
y los debates no son personalizados es una rareza.
Se vienen los últimos diez días antes de las
elecciones y el nivel de propuestas y debate termina en la encrucijada de las
chicanas políticas y la descalificación del otro.
Parte del Aire de estos días pre electorales la
decisión de la mayoría de los votantes está cerrada y salvo excepciones, la
voluntad ya está fijada y poco margen queda para la duda.
Con un electorado donde los indecisos rozan el
20 por ciento del electorado, la puja por esos votos se torna por momentos áspera.
Ojalá la cordura y la mesura gobiernen es estos próximos días de cara al 27 de
octubre.
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