La vida de los hombres es como una gran batalla
y muchos pasan por ellas con diferentes suertes, no obstante todos damos pelea
porque la vida es un río que atravesamos una sola vez.
Quizás no cruzó el Rubicon como Julio César,
pero libró innumerables batallas en los estrados judiciales, estableciendo
jurisprudencia, abriendo caminos ahí donde no había nada.
Integró y presidió instituciones como el
Colegio de Abogados y hasta trascendió fronteras, pero siempre volviendo al pago,
cultivando una familia y las amistades que hoy lo despiden.
Parte del Aire de las despedidas tienen un
sabor amargo, un vacío que jamás se llena, pero también encierran en la memoria
los momentos vividos y compartidos para siempre.
Inmortalizado en el lienzo de Fifo Roggero, en
la puerta de tribunales, su figura deja una estela que marca un camino: César
Manuel Gradin falleció ayer a los 89 años de edad. Q.E.P.D
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