Ayer, 4 de agosto, se recordó la figura del
padre Francescutti en Mercedes, a dos años de su fallecimiento. El mismo día
del párroco y del asesinato de monseñor Angelelli.
Un 4 de agosto de 1976, Angelleli junto al
padre Arturo Pinto, retornando a La
Rioja en su camioneta fue interceptado por un auto que lo
hizo volcar; la causa fue caratulada “homicidio friamente premeditado”, los ideólogos
del mismo fueron beneficiados por las leyes de obediencia debida y punto final
quedando la muerte de Angelelli aún sin justicia.
Parte del Aire de estos nuevos tiempos que recorren
las parroquias de todas las diócesis se mueve bajo este nuevo mensaje del Papa
Francisco: “hagan líos en las parroquias”.
La figura de Angelelli y de tantos curas
asesinados no hacen más que fortalecer esa inquietud por agitar la modorra de
quienes quedaron dormidos en su inacción: en hora buena estos nuevos aires.
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