Desde hace más de dos décadas, diferentes grupos
ambientalistas de nuestra ciudad, han enfocado todos sus esfuerzos en encontrar
una solución para el lamentable estado en que se encuentra nuestro Río Luján.
No debe haber una problemática más estudiada y debatida que la que se plantea
con este curso de agua. Se dedicaron muchos años en la tarea de conocer con
certeza y divulgar las causas de su contaminación y del terrible estado de
abandono de sus márgenes, con la esperanza que con dicha información la comuna reaccionara y se empezara a revertir la
situación. Se lo recorrió palmo a palmo, a pie y en embarcaciones. Se organizaron
incontables conferencias de especialistas, charlas, debates y encuentros con
representantes de toda la cuenca. Se destinó mucho dinero para estudios y
análisis, que no hicieron más que probar y reafirmar lo que se observa a simple
vista: el alto grado de polución en su cauce. Se trató de interactuar con las
autoridades, compartiendo datos y el resultado de las pruebas efectuadas.
Es por eso que este informe publicado en
Internet, que repetimos “procede de un departamento especializado del
municipio”, causa tanto asombro y malestar… está claro que después de tanto
tiempo ¡no se avanzó ni se aprendió nada!
La nota responde a una información subida a la página de la municipalidad de Mercedes de donde extractan la siguiente noticia:
“A
primera hora de la mañana del día viernes próximo pasado, el responsable del
Parque Municipal realizando su recorrido habitual observa una importante y
diversa cantidad de peces en superficie a punto de su asfixia. De inmediato, se
comunica con personal del Departamento
de Saneamiento Ambiental, quienes se dirigen al lugar y tras tomar una muestra
de agua y observar el comportamiento de dichos animales, realizan in situ una
determinación de Oxigeno Disuelto en
agua (OD) cuyo resultado es de 2.15. Conociendo que al descender el tenor de
oxígeno por debajo de 4 o 5 mg/l., la hematosis en los peces no es suficiente,
provocando así su asfixia al cabo de un tiempo, se decide comenzar a arrojar
agua limpia procedente de las regadoras municipales y ayudar a la oxigenación
del sector del Rio más afectado, salvaguardando de este modo la fauna ictícola
de nuestro apreciado Río Luján, en nuestra ciudad. Si bien aun no se han podido
determinar las causas ciertas del brusco descenso de OD, se estima que la
seguidilla de altos grados de temperatura en una época donde no es habitual,
sumado a la inactividad del cauce del Río Lujan en esta zona, propio de ser un
rio de llanura, serían las causas más probables de este eventual suceso”. La
nota va acompañada de la foto de un camión regador, arrojando su carga al río.
Desde SOS Hábitat llaman a la reflexión
Siempre existieron días calurosos, y que se
recuerde el río nunca fue “de montaña”. Sin embargo, hasta la instalación de
varias industrias en Mercedes que no tratan correctamente sus efluentes, y
hasta que se conectaron cañerías cloacales dentro de las pluviales –es decir, unos
40 años atrás- nuestros padres y abuelos se bañaban en un río de aguas
transparentes, tal como aún hoy nos llega desde Suipacha. En aquella época, los
peces eran tan abundantes y de tan buen porte, que había varias familias
afincadas en sus orillas que subsistían con lo que capturaban. Como sobraba, lo
cargaban en carros y lo vendían en la ciudad. Patos, coipos y huevos de las
cientos de tortugas que desovaban en las márgenes, completaban la dieta. En
definitiva, si dejáramos de contaminarlo y maltratarlo con dragados y/o
rectificaciones innecesarias que lo están convirtiendo en un pantano, el Río
Luján volvería a ser lo que fue, se recuperaría solo y de inmediato, gracias a
la facilidad con que la naturaleza se cura de las heridas producidas por el
hombre.
Quizá algún día dejaremos de buscar excusas, y
nos dedicaremos a hacer que se cumplan las leyes y ordenanzas que se
promulgaron para proteger el ambiente como realmente corresponde. Mientras
tanto, alcancémosle todos un vaso de agua al río que se ahoga… y que sea rápido
por favor.
Firma
Javier Moleres
SOS HÁBITAT
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