El incendio ocurrió ayer cerca de las
4 en las instalaciones del Instituto de
Capacitación Especializada
(INCAES) "Cabo Juan Adolfo
Romero", y tras el hecho, el
Ministerio de Seguridad que conduce
Nilda
Garré realizó una denuncia en la
Justicia ante la sospecha de que haya
sido intencional.
Unas 60 motos de alta cilindrada (Yamaha 900) adquiridas recientemente por el Estado Nacional resultaron totalmente destruidas.
Las causas del incendio serán aclaradas una vez que terminen las pericias que deberá encarar la justicia. Ayer, poco tiempo después de hacerse público el episodio, desde el Ministerio de Seguridad deslizaron que consideraban más probable la hipótesis de un "hecho intencional". En horas del mediodía de ayer estuvo presente en el juzgado federal de la ciudad de Mercedes, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien se reunión con el juez Echave.
Según el director de seguridad de la municipalidad de Mercedes, Esteban Rossi, en declaraciones a medios periodísticos de La Plata el municipio aportó a la Justicia "las grabaciones de las cámaras de seguridad" ubicadas en los alrededores de la guarnición de la fuerza de seguridad.
El incendio en el INCAES originó sospechas de que haya sido intencional debido a que un sector de
efectivos de la Gendarmería continúa disconforme con los sueldos que perciben.Las motos siniestradas
pertenecían al denominado operativo de seguridad "Centinela", en el que están desplegados gendarmes en el conurbano bonaerense para combatir y prevenir el delito.Al momento de recorrer las instalaciones afectadas los funcionarios políticos descubrieron una pintada en una de las paredes del galpón, que decía: "Paguen los salarios." En el ministerio aun no lograron determinar si esa pintada es anterior al incendio o, por el contrario, si demuestra que el episodio no fue accidental y que tuvo una intencionalidad: expresar un nuevo malestar de los efectivos que, en la última liquidación de haberes, vieron sus salarios recortados por una nueva decisión de la Cámara Federal. Según trascendidos el valor de las motos destruidas rondaría los 1,3 millones de dólares.
4 en las instalaciones del Instituto de
Capacitación Especializada
(INCAES) "Cabo Juan Adolfo
Romero", y tras el hecho, el
Ministerio de Seguridad que conduce
Nilda
Garré realizó una denuncia en la
Justicia ante la sospecha de que haya
sido intencional.
Unas 60 motos de alta cilindrada (Yamaha 900) adquiridas recientemente por el Estado Nacional resultaron totalmente destruidas.
Las causas del incendio serán aclaradas una vez que terminen las pericias que deberá encarar la justicia. Ayer, poco tiempo después de hacerse público el episodio, desde el Ministerio de Seguridad deslizaron que consideraban más probable la hipótesis de un "hecho intencional". En horas del mediodía de ayer estuvo presente en el juzgado federal de la ciudad de Mercedes, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien se reunión con el juez Echave.
Según el director de seguridad de la municipalidad de Mercedes, Esteban Rossi, en declaraciones a medios periodísticos de La Plata el municipio aportó a la Justicia "las grabaciones de las cámaras de seguridad" ubicadas en los alrededores de la guarnición de la fuerza de seguridad.
El incendio en el INCAES originó sospechas de que haya sido intencional debido a que un sector de
efectivos de la Gendarmería continúa disconforme con los sueldos que perciben.Las motos siniestradas
pertenecían al denominado operativo de seguridad "Centinela", en el que están desplegados gendarmes en el conurbano bonaerense para combatir y prevenir el delito.Al momento de recorrer las instalaciones afectadas los funcionarios políticos descubrieron una pintada en una de las paredes del galpón, que decía: "Paguen los salarios." En el ministerio aun no lograron determinar si esa pintada es anterior al incendio o, por el contrario, si demuestra que el episodio no fue accidental y que tuvo una intencionalidad: expresar un nuevo malestar de los efectivos que, en la última liquidación de haberes, vieron sus salarios recortados por una nueva decisión de la Cámara Federal. Según trascendidos el valor de las motos destruidas rondaría los 1,3 millones de dólares.
"No tenemos duda de que no fue accidental", aseguró el funcionario Sergio Berni a un medio radial capitalino.
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