Terminó el último fin de semana largo del 2012.
Para algunos, la oportunidad de un adelanto de las vacaciones que vienen. Para
otros, más trabajo.
Algunos funcionarios adelantaron críticas sobre
los feriados programados para el año que viene: 17 en total.
Mientras la ministra de educación de la
provincia de Buenos Aires, iba al choque contra los docentes que pararon la
semana pasada, calificando el paro de “turístico”.
Los datos oficiales revelan que cerca de un
millón de personas aprovecharon este fin de semana y oxigenaron las economías
regionales con un gasto cercano a los mil millones de pesos.
Este fin de semana y el feriado de ayer forman
Parte del Aire de cierta idea que sostiene que la economía se sustenta con el
gasto en el consumo. Mayor consumo interno, mayor demanda, mayor producción,
mejoras en la economía nacional y la sustitución de importaciones.
Lo que se intenta importar es esa costumbre,
tan norteamericana, del viernes negro, luego del día de acción de gracias, donde
los consumidores se vuelcan a las góndolas a llevarse todo a menos de la mitad
de precio.
En una sociedad del consumo, los riesgos no son
menores: 19 muertes este fin de semana en las rutas del país. Una deuda
pendiente: el lamentable estado de las rutas.
Mientras tanto, mate en mano, los argentinos
nos vamos acomodando a las delicias del consumo en cómodas cuotas, con la
canción de Pipo Pescador que cantan varias generaciones: el viajar es un
placer, que nos suele suceder…
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