Apreciaciones sobre el COVID-19: no distingue ni ricos, ni pobres, ni progres ni liberales.

La noticia impacta más por la carga de prejuicios que barre que por la información en sí. Si cuando el intendente Martín Inzaurralde dio positivo hubo un reguero de elucubraciones sobre las circunstancias del contagio, qué Vidal también tenga coronavirus patea de lleno los argumentos de los anti cuarentena.

Máxime si se piensa que el espacio político al que referencia tuvo siempre palabras de crítica hacia una medida que por lo menos calificó de exagerada, por no decir inútil frente a la necesidad del capital que mira su propio beneficio más que la salud de la población.

Sin compradores no hay mercado, sin demanda no hay oferta y en esta pandemia los dueños de la pelota, los grandes empresarios, ven caerse uno a uno los alfiles que blanden la bandera de la necesidad económica frente a la sanitaria.

La figura de Vidal contagiada de Covid-19 habla también de que los "poderosos", los "ricos" o los "políticos de la oposición" no son inmunes al virus y sus posturas son PARTE de un posicionamiento ideológico más que racional y argumentativo.

Nadie está exento de contagiarse de este virus que no tiene cura y que no conoce de raza, religión, color de piel, edad, condición social... y el que se considere inmune: que arroje la primer piedra.