La tecnología no es ni buena ni mala, solo el modo en que se la aplica marca la diferencia en esa valoración moralista de lo que ya es un hecho irrefutable: la dependencia a la conectividad digital en un mundo aislado repleto de archipiélagos individuales.
"Puentes o Muros" las redes sociales son el nuevo "ámbito" de intercambio social, emocional, económico y cultural: nos conectamos, estamos "en línea" en un espacio virtual, por fuera de nuestra "realidad tangible".
En esta vida "on line" todo sucede en "la nube" y eso es PARTE de un rasgo de época que abre el juego a reflexionar sobre lo que "ganamos" y "perdimos" en este contexto de cuarentena, de "confinamiento" preventivo.
En esta pandemia la restricción al espacio mínimo y personal es hasta el momento el modo de evitar el contagio, postergando lo social, el contacto, lo colectivo, las aglomeraciones para un día futuro.
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