Un clásico a principio de año son las negociaciones salariales de los docentes que este año tuvo un comienzo de clases acorde al calendario pero que con el correr de los meses se fue incrementando la tensión por otros temas: así para abril ya denunciaban la preocupación de cierre de secciones en escuelas rurales de Mercedes o la intensión del gobierno provincial de un observatorio de las opiniones de los maestros.
Varios paros se sucedieron tras las negociaciones paritarias: judiciales y médicos de CICOP mantuvieron a lo largo un cronograma de lucha que se asoció muchas veces con ATE y las CTA. Con paros que supieron alcanzar las 72 horas de inactividad.
Los bancarios consiguieron en un breve lapso de tiempo alcanzar los objetivos planteados en la paritaria pero cerca de fin de año reanudaron las presiones por un pre acuerdo que no cerraba y varios días, en la ciudad, los clientes bancarios vieron afectada la atención al público.
Con las promesas de un segundo semestre activo que no se concretó en los hechos, los gremios otrora fuertes del sindicalismo como la UOM, han salido a denunciar la apertura de las importaciones que afecta las fuentes laborales de los metalúrgicos.
La reunificación de la CGT a nivel nacional disparó las ansias locales de una recomposición de la CGT regional con la aparición de un sector joven, la Cipriano Reyes, que salió al ruedo para abrir el juego y una mayor participación gremial.
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