Pasó el acto eleccionario y los ciudadanos, el soberano, dió su veredicto de cara a los próximos cuatro años, para definir quienes tendrán la responsabilidad de gobernar.
Es momento de parar la pelota,, tras tanta vertiginosidad propagandística y volver a ciertas rutinas cotidianas, esperando que los problemas sean abordados y las promesas cumplidas.
El acto de gobernar requiere, además de decisión política, voluntad de acuerdo, diálogo, contrucción de consensos y la tolerancia necesaria para poder debatir, escuchar y arribar a soluciones para todos.
Parte del Aire de estos tiempos, transitivos entre un gobierno y otro gobierno, es necesario aquietar las aguas de los ánimos y esperar a que se acomoden los tantos y asuman las nuevas autoridade.
Con un lapso de menos de un mes, mientras tanto, los dos candidatos a la presidencia tendráne l tiempo suficiente para seducir con sus propuestas y debatir las ideas y proyectos que representan.
Es momento de parar la pelota,, tras tanta vertiginosidad propagandística y volver a ciertas rutinas cotidianas, esperando que los problemas sean abordados y las promesas cumplidas.
El acto de gobernar requiere, además de decisión política, voluntad de acuerdo, diálogo, contrucción de consensos y la tolerancia necesaria para poder debatir, escuchar y arribar a soluciones para todos.
Parte del Aire de estos tiempos, transitivos entre un gobierno y otro gobierno, es necesario aquietar las aguas de los ánimos y esperar a que se acomoden los tantos y asuman las nuevas autoridade.
Con un lapso de menos de un mes, mientras tanto, los dos candidatos a la presidencia tendráne l tiempo suficiente para seducir con sus propuestas y debatir las ideas y proyectos que representan.
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