La cuenca del río Lujan no se agota en un par de alcantarillas ni zanjones y el problema del escurrimiento de las aguas tiene complicaciones en la desembocadura del río como en los canale clandestinos arriba.
El sistema hídrico de este río de llanura se vió modificado desde los últimos 20 años y también, colabora con las crecidas, un cambio en el régimen de precipitaciones que viene aumentando.
Parte del Aire de estos días las explicaciones abundan y para los afectados, sobran, porque el problema del agua está en sus propias casas, golpeando nuevamente a sus vidas.
Entre todos debemos salvar la coyuntura, poniendo los pies en el barro, solucionando la urgencia pero también pensando en las medidas para que esto no suceda cada vez que caen cuatro gotas.
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