La nacionalización de los ferrocarriles a partir de la ley que lo efectiviza es otra nueva noticia en cuanto a política de estado que se implementa y se concreta, esperemos ahora, con mejoras para los usuarios.
El ferrocarril representa la optimización de recursos, sobretodo en el transporte de mercancías y productos, además del transporte de pasajeros que por décadas utilizaban este medio para viajar.
Parte del Aire de esta iniciativa se apoya en un Estado eficiente y que puede y debe hacerse cargo de aquellos servicios que no son redituables económicamente pero que incluyen a todos los sectores sociales.
Con este acto de reparación histórica, que revierte políticas neoliberales de los noventa, el interior comienza a resurgir, a tomar ese protagonismo que nunca debió perder, gracias a esos corceles de acero.
Comentarios