Quienes se querían expresar se expresaron y el silencio se propagó por buena parte de la ciudad de Buenos Aires y otras, a pesar de la lluvia, a pesar de los protagonismos y vaticinios.
Pasó una marcha que homenajeó la vida de un fiscal y que sostuvo el reclamo de justicia por una vida truncada, como tantas otras vidas truncadas pero que no conmueven tanto para una marcha.
Porque si por razones para movilizaciones hay que buscar, las víctimas de violencia de género o de abuso infantil son tan o más acuciantes que la investigación por la muerte dudosa de un funcionario.
Parte del Aire de estos hechos históricos sobrevuelan cierto borde entre la indignación "bien entendida" y la hipocrecía de perdonar a aquellos que poco hicieron por esclarecer los hechos.
La justicia tiene los elementos necesarios para encontrar la verdad del hecho, solo falta darle el tiempo y el espacio para trabajar sin presiones de ningún lado.
Pasó una marcha que homenajeó la vida de un fiscal y que sostuvo el reclamo de justicia por una vida truncada, como tantas otras vidas truncadas pero que no conmueven tanto para una marcha.
Porque si por razones para movilizaciones hay que buscar, las víctimas de violencia de género o de abuso infantil son tan o más acuciantes que la investigación por la muerte dudosa de un funcionario.
Parte del Aire de estos hechos históricos sobrevuelan cierto borde entre la indignación "bien entendida" y la hipocrecía de perdonar a aquellos que poco hicieron por esclarecer los hechos.
La justicia tiene los elementos necesarios para encontrar la verdad del hecho, solo falta darle el tiempo y el espacio para trabajar sin presiones de ningún lado.
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