La redacción del semanario diesmada por un comando terrorista musulmán, donde fueron ultimados unos 12 periodistas y dibujantes, se conviritió en el escenario del enfrentamiento de la intolerancia.
La intolerancia religiosa es uno de los flagelos de este milenio, donde algunos intelectuales ya hablaban de "choque de civilizaciones", en reemplazo de la "guerra fría" entre oriente y occidente.
Paarte del Aire de estos atentados contra la manifestación y la libertad de expresión no hacen más que fortalecer el camino elegido por aquellos periodistas que dieron su vida por informar.
Las muertes no frenan la marea de la libertad y la reacción terrorista no debe ser contrarrestada con otra reacción mayor: el camino del ojo por ojo no conduce a una reivindicación, más bien exacerba los ánimos.
Comentarios