Gioscio fue "el antipolítico que triunfó en la política" explicaba un periodista local y elogiaba con estas palabras la característica esencial de Gioscio: la honestidad.
En una época signada por el marketing de la política, donde los políticos son expuestos y "vendidos" como productos consumibles con fecha de caducidad, Gioscio trascendió los vencimientos y sigue dando que hablar.
Parte del Aire de estos diez años de su ausencia la vida política barrunta los vaivenes del juego de fuerzas entre distintas facciones del PJ, como en la época de Menem - Cafiero, aunque ahora más gatopardista.
Gioscio no aspiró a trascender los límites de su ciudad - terruño y fue fiel a su estilo pueblerino, sentado en el banco de la plaza, tras la siesta, parece que aún dialoga con los vecinos sobre Mercedes.
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