Denuncia de violencia extrema en penal de Mercedes realizada por la Comisión Provincial por la Memoria.
“Si te gusta cortarte acá te doy un bisturí para que te cortes todo” o “te paramos el camión si le rompés la panza a éste” son algunas de las frases que habría dicho el jefe del penal de Mercedes a distintos detenidos según consta en la denuncia que realizaron ante la fiscalía Nº 3 de esa localidad.
La presentación se hizo luego de una inspección que realizó la Comisión por la Memoria de la Provincia de Buenos Airesa la Unidad Penal Nro. 5, en la que constató el “uso de violencia extrema” por parte del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
La CPM denunció también “las pésimas condiciones en las que se encuentran las personas detenidas: hacinamiento, gran deterioro edilicio, falta de alimentación y de atención médica”, informaron en un comunicado.
De la inspección surgieron 115 acciones judiciales urgentes, y un habeas corpus colectivo solicitando la clausura definitiva del pabellón de guardia armada, de otros tres pabellones y varias medidas para que se termine con la gravísima vulneración de derechos de las personas detenidas.
Durante el monitoreo, el equipo del Comité contra la Tortura (CCT) de la CPM solicitó la presencia del fiscal en turno y del defensor general a fin de lograr el traslado y garantizar la integridad física de los detenidos denunciantes.
De acuerdo a lo expresado en la presentación judicial, los agentes penitenciarios llegaron incluso a plantear a un detenido que lastime a otro a cambio de evitar un traslado a penales más lejanos. La CPM consideró que “estas situaciones dan cuenta de cómo el SPB gobierna las cárceles mediante la generación de violencia y la instigación a cometer delitos”.
“Constatamos una vez más el funcionamiento de toda una maquinaria que imprime dolor a los cuerpos y a las mentes, una maquinaria propia de las descripciones de Kafka, que no tiene nada de ficción” consideraron desde el equipo de inspecciones.
De acuerdo a los resultados del monitoreo, las condiciones materiales de los pabellones inspeccionados son de extrema precariedad: cables pelados colgando por las paredes de las celdas, no hay camas ni colchones suficientes para los detenidos y tampoco cuentan con baño.
Se constató un grave hacinamiento en toda la unidad. Al momento de la inspección había un total de 830 personas cuando la capacidad del penal, según el mismo SPB, es de 650 plazas.
“Además, en un espacio denominado guardia armada, por fuera de los muros y cercano al lugar donde se guardan las armas, el SPB también aloja personas en condiciones aberrantes y durante tiempos prolongados. Esas celdas no cuentan con luz natural ni artificial, ventilación, agua, ni calefacción”, se agregó.
La presentación se hizo luego de una inspección que realizó la Comisión por la Memoria de la Provincia de Buenos Airesa la Unidad Penal Nro. 5, en la que constató el “uso de violencia extrema” por parte del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
La CPM denunció también “las pésimas condiciones en las que se encuentran las personas detenidas: hacinamiento, gran deterioro edilicio, falta de alimentación y de atención médica”, informaron en un comunicado.
De la inspección surgieron 115 acciones judiciales urgentes, y un habeas corpus colectivo solicitando la clausura definitiva del pabellón de guardia armada, de otros tres pabellones y varias medidas para que se termine con la gravísima vulneración de derechos de las personas detenidas.
Durante el monitoreo, el equipo del Comité contra la Tortura (CCT) de la CPM solicitó la presencia del fiscal en turno y del defensor general a fin de lograr el traslado y garantizar la integridad física de los detenidos denunciantes.
De acuerdo a lo expresado en la presentación judicial, los agentes penitenciarios llegaron incluso a plantear a un detenido que lastime a otro a cambio de evitar un traslado a penales más lejanos. La CPM consideró que “estas situaciones dan cuenta de cómo el SPB gobierna las cárceles mediante la generación de violencia y la instigación a cometer delitos”.
“Constatamos una vez más el funcionamiento de toda una maquinaria que imprime dolor a los cuerpos y a las mentes, una maquinaria propia de las descripciones de Kafka, que no tiene nada de ficción” consideraron desde el equipo de inspecciones.
De acuerdo a los resultados del monitoreo, las condiciones materiales de los pabellones inspeccionados son de extrema precariedad: cables pelados colgando por las paredes de las celdas, no hay camas ni colchones suficientes para los detenidos y tampoco cuentan con baño.
Se constató un grave hacinamiento en toda la unidad. Al momento de la inspección había un total de 830 personas cuando la capacidad del penal, según el mismo SPB, es de 650 plazas.
“Además, en un espacio denominado guardia armada, por fuera de los muros y cercano al lugar donde se guardan las armas, el SPB también aloja personas en condiciones aberrantes y durante tiempos prolongados. Esas celdas no cuentan con luz natural ni artificial, ventilación, agua, ni calefacción”, se agregó.
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