La situación social y económica post electoral
parece continuar en un piloto automático aunque por estos días se presentaron y
evalúan los presupuestos que marcan las acciones a futuro.
El presupuesto es la ley de leyes porque están
los lineamientos de la política de gobierno pero también una ventana a las
previsiones a futuro sobre varios índices, como la inflación calculada.
Nadie tiene el futuro asegurado pero hay muchas
situaciones que pueden prevenirse con un régimen económico y laboral
previsible: la situación de Guilford es un ejemplo que inquieta.
Parte del Aire de las conquistas sociales y
laborales tienen que ver con esta previsibilidad, con cierta seguridad sobre el
futuro que lo torna más predecible.
Anticipándonos a lo que puede suceder, los
planes y precauciones se pueden tomar con mayor precisión; para ello es
necesario un presupuesto, una anticipación a lo que puede venir.
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