A esta altura del año, lo que sobran son las
celebraciones, las reuniones de cierres y balances.
Ayer, no se sabe por designio de quién se
celebró el día del hincha xeneixer y algunos fanáticos de Boca se concentraron
alrededor del obelisco y hubo otros que rememoraron los enfrentamientos
futbolísticos en pleno centro porteño.
Ayer, la indignación mayoritaria sobre un fallo
judicial hizo que los poderes ejecutivo, legislativo y hasta judicial, revean
la situación de la ley de tratas. Hasta se cuestionó los mecanismos de
nombramiento de jueces: se habla de democratizar la justicia.
Ayer, mientras algunos celebraban la victoria
de Del Potro sobre Federer, otros pasaban al exabrupto en la protesta frente a
la casa de Tucumán con piedras.
En estos días de balances los docentes
consiguieron el compromiso, de parte del gobernador bonaerense, de liquidar los
sueldos adeudados y el pago en tiempo y forma del aguinaldo. Celebrarán las
paritarias a mitad de enero.
Ayer, Parte del Aire que se respiraba se
mezclaba entre la bronca y el repudio y el apoyo y el acompañamiento de la
sociedad en las causas justas por los más débiles.
Ayer, la postal de una plaza a oscuras en plena
celebración postergada por los derechos humanos contrastaba con el aplauso sostenido
de los habitúes de las confiterías frente al reclamo de justicia por Jésica
Niciforo frente al palacio de justicia local.
Celebraciones, reuniones, despedidas, balances.
Días para hacer una evaluación interna y ver bien qué celebramos cuando celebramos.
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