Más allá de la cuestión moral existe una ética que partiendo de lo universal recae en los casos particulares y como dice el probervio: "cuando apuntes con un dedo, recuerda que otros tres te apuntan a ti.
Ayer, el Papa Francisco concedió a los sacerdotes que absuelvan el pecado de aborto a quien lo ha practicado y que estén arrepentidos de corazón.
Parte del Aire de esta noticia habla de un gesto de grandeza y humildad de parte de una autoridad religiosa que abriendo el corazón no juzga sobre los errores ajenos sino comprende y perdona.
Este gesto tiene un valor simbólico de apertura a las realidades diversas y diferentes que no se acoplan al dictado de una norma sino más bien, muchas veces, son fruto del infortunio y la violencia.
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