En esta especie de cuenta regresiva los planteos desde las tribunas polítiicas tienen un sabor a reproche, algunas veces, como también a justificación por lo actuado.
Lo cierto es que las evaluaciones deberían palparse a lo largo de las gestiones y ser parte de un proceso de retroalimentación para mejorar lo realizado y afirmar el paso en lo logrado.
Parte del Aire de estos tiempos donde los resúmenes están al orden del día, un gesto de grandeza sería aceptar las críticas y los aciertos y presentar las propuestas pertinentes de gestión.
Hechos, no palabras era un viejo slogan de campaña, al igual que "mejor que decir, es hacer" y en esa línea los que se van y los que llegan deberían gastar energías porque lo que quedan son los hechos.
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