Así como en el Frente Renovador la diáspora es el signo de los acontecimientos, en el Frente para la Victoria, tras un exceso de pre candidato, la depuración y síntesis son características.
La declinación de Diego Bossio a la gobernación y la de Uribarri para la presidencia son el comienzo de un proceso que concluirá, a lo sumo, con dos pre candidatos para la nación y tres para la provincia.
Parte del Aire de estos hechos responden a un ordenamiento que más allá de concentrar las alternativas y opciones en un puñado de figuras, clarifica las alternativas simplificando la elección.
Esta alineación de los planetas es la expresión del juego interno de la política partidaria, donde los liderazgos y las decisiones se cocinan en la mesa chica, con las encuestas bajo el brazo como bara de medición.
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