El cónclave que terminó el domingo pasado, arroja una serie de posicionamientos que demuestran la voluntad de la iglesia por "aggiornarse", por reconocer, en principio que la sociedad ha cambiado.
Un intento al interior de esta institución que pretende ser una casa con las puertas abiertas para todos los que quieran cobijarse, con el acompañamiento pastoral en temas delicados hoy día.
Parte del Aire de la historia de la iglesia está signada por los Concilios que marcaron épocas donde el diálogo con la sociedad y su realidad, es una necesidad para el entendimiento de lo que pasa.
La diversidad de situaciones vividas en el seno de lo que era considerado una familia han generado que hasta el concepto mismo sea revisado, justamente, porque el cambio es parte de la vida de las personas.
Comentarios